De gurús de la maternidad, los juicios tempranos, y cada uno en su casa y Dios en la de todos.

Que largo me ha quedado el título, pero es que no conseguía expresar lo que digo en este post con un par de palabras...

Ayer, llegué por casualidad al post de @mother_killer ¿Por qué no me gusta Carlos González? Aunque siga sus consejos y me hizo reflexionar profundamente. Y no lo digo por decir.

Está bien que una, cuando va a ser madre, se informe todo lo que pueda. Yo así lo hice. Pero realmente sí creo que he sido víctima de, en este caso Carlos González. ¿En qué sentido? Pues que lo que dice parece tan verdad absoluta, que no me planteé que hubiese realidades que Carlos González no contempla. 

Si tan mala ha sido la falta de apoyo a la lactancia durante muchos años, igual de malo o más está la actitud extrema y culpabilizadora de este hombre, que llega más allá de su opinión, pues también modificó la mía. 

Esto me llevó a juzgar a otra mamá 2.0, @MamaGnomo a la que antes de escribir este post pedí disculpas.

La lactancia es por supuesto el ideal, pero porque a nivel nutricional es mucho más perfecta que la leche de fórmula. Desde luego se crea un bonito vínculo, y es un acto precioso en el que no sé por qué algunos ven algo obsceno (esto daría para otro post). 

Pero la lactancia no siempre es fácil. Yo diría que hay grados de dificultad, unos más salvables que otros. Yo al principio de mi lactancia viví dificultades salvables, y estuve a punto de tirar la toalla. En ocasiones lloré al dar la teta. De dolor, de impotencia, con sentimiento de fracaso si no lo conseguía. Finalmente lo conseguí, pero si no lo hubiese hecho lo más probable es que hubiese arrastrado ese trauma para siempre. 

Esto creo que es resultado de la nueva corriente muy en parte iniciada por Carlos González, a la que siguen muchos pediatras repitiendo cual mantra: ponle a la teta, ponle a la teta, ponle a la teta... Muchas veces sin entender ni explorar más allá.

La lactancia tiene que darte felicidad, si no lo hace no puedes garantizar estar al 100% para tu bebé, y por lo tanto no merece la pena. No vas a poder crear ni vínculo ni leches (nunca mejor dicho). He de decir a las que aun no han dado la teta, que al principio puede ser difícil, y darte malos momentos, pero el mal momento no debe ser constante ni superarte, si ves que estás pasándolo mal date un margen temporal, y si en este tiempo no consigues disfrutar, busca ayuda, si la ayuda no hace que te sientas bien, pues a otra cosa mariposa. En mi caso tardé en disfrutar la lactancia aproximadamente un mes, antes tuve momentos difíciles (no todos).

Lactancia aparte, Carlos González también dice que los cólicos no existen, que la salida de los dientes no duelen (vaya que si duelen), y te hace sentirte tremendamente estúpida al ver a tu hijo sufrir por cualquiera de estas dos cosas, porque parece que como no existen, es culpa tuya que tu hijo lo padezca, según el por "falta de contacto".

Por ejemplo, en lo que al apego se refiere, puedo decir que crío a mi hija con amor, con contacto, con cariño, espero que sin castigos, bofetones, amenazas y chantajes. PERO esto no lo hago porque ella vaya a ser así más equilibrada, segura de sí misma, triunfadora... Lo hago porque es lo que me sale, punto. Es mi manera, y no me convierte en la mejor madre, igual que otro método no convierte a otra en peor madre.

Igual que hablo de Carlos González, podría hablar de otros gurús maternales: Estivill, Rosa Jové, Jose María Paricio... Con unos estaré más de acuerdo que con otros, pero es malo leer a cualquiera de ellos sin criterio suficiente. Es decir, sin plantearte seriamente lo que estás leyendo. Cualquiera de ellos por muy expertos que sean, no pueden entrar en tu casa, no ven tus problemas, no están en tu situación, y por lo tanto no en tu casa su opinión no debería valer más que la tuya.

Puede que este post parezca que habla de cosas obvias, pero para mí hasta ahora no lo eran. Sentía que debía soltarlo, puesto que todos juzgamos. Y NO SEÑORES. Cada maternidad, cada casa, cada circunstancia, tiene miles de matices. Yo soy la primera que lo reconoce. En mi interior he sido poco tolerante, y este es mi Mea Culpa. Espero que si habéis sido como yo en alguna ocasión, este post os sirva para reflexionar.

La maternidad es un aprendizaje complejo, y hoy aprendí una nueva lección.