domingo, 1 de diciembre de 2013

Aprendiendo con Alma

Hace ya más de dos meses que nació Alma, y aunque parece poco tiempo ya me ha servido de profundo aprendizaje y reflexión.

He aprendido a escucharme, a hacer caso a lo que me dice mi instinto. Me ha sorprendido que "adivino" que le pasa a mi bebé mucho más rápido que nadie. Tiene hambre, quiere mimos, tiene sueño, se encuentra mal, en definitiva que estoy capacitada para esto, que no es tan difícil.

También aprendí a no hacer caso a consejos de supuestos expertos. Esto es de las cosas que más me ha sorprendido de ser madre, que todo el mundo sabe de niños, todos te exponen su punto de vista como verdad universal, y te hacen sentir torpe o inexperta. Se creen que saben más de tu hijo que tu misma: ponle manoplas, ponla de esta manera, no pasa nada porque llore un poco, la vas a acostumbrar a los brazos, dale un biberón por la noche, etcétera.

A raíz de estos consejos que desoigo me he aplicado la misma filosofía. Expongo mis propias ideas ante las demás madres, pero ni mucho menos les aconsejo. Cada unión bebé-mamá es única, y nadie mejor que nosotras mismas para poder escucharnos. Mis experiencias y "trucos" pueden no servir a las demás.

Aprendí que la relación con un bebé es entre iguales, tu hijo es una persona, pequeña, pero una persona. Hay que consolarlo cuando llora igual que lo harías con tu pareja, hermanos étc. Y esto es algo que pocos comprenden. A ti no te toca un desconocido por la calle, pero con tu hijo no se cortan en acariciarle la mejilla. Si va en el carro meten la cabeza, si va en el fular meten la cabeza. En definitiva se pasan su espacio e intimidad por el arco del triunfo.

Por fin entiendo lo que se suele decir "no sabes cuanto te quiere tu madre hasta que no eres madre".

En estos dos meses me he dado cuenta que efectivamente la relación de pareja cambia. En mi caso a mejor. Es cierto que no tenemos mucho tiempo para nosotros, y que ya no somos el número 1 para el otro, pero la maternidad me ha servido para confirmar que estoy con el hombre adecuado. Que me ha respondido a cada momento, que se adapta todo sin protestar y con mucho apoyo. Te quiero cariño ;-D

Y lo que más me costó al principio, me he adaptado a ella, a sus necesidades sin enfadarme. Las primeras semanas me enfadaba si no se dormía cuando yo tenía sueño, si comía 5 minutos y luego me rechazaba y a los 5 minutos quería comer otra vez, si no me deja soltarla en la cuna ni un instante y se duerme solo en mis brazos, si no puedo ir al baño salvo que me la lleve conmigo... En fin, cosas que al leerlas parecen lógicas pero que no lo son tanto. Sabemos que un bebé es absorbente y tiene necesidades, pero no llegamos a imaginarnos cuanto. Y hay que adaptarse a que a partir de ahora, sus necesidades van por delante de las tuyas, y supongo que será así para el resto de nuestra vida. Ya ella siempre va a ir por delante de mí, de mi pareja, de mi madre, de todos.

Recuerdo que en clases de preparación al parto la profesora dijo: "Yo quiero mucho a mi madre, pero solo por mi hija daría la vida sin pensármelo".

Aunque solo han pasado dos meses ya he aprendido mucho y mucho más que me queda por aprender, pero hoy me quedo con que a partir de ahora para mí misma ya soy la segunda en todo.

Y a quien me lea, ¿qué habéis aprendido vosotr@s de la maternidad/paternidad?


No hay comentarios :

Publicar un comentario