domingo, 27 de octubre de 2013

La teta

Una de las cosas que más me ha sorprendido de la maternidad ha sido la lactancia. Yo me esperaba que iba a ser algo muy sencillo, que surgiría de forma completamente natural y no habría mayor problema. Pero no ha sido así.

La primera semana me salieron grietas. Una vez curadas tuve una obstrucción, y una vez solucionada, tras consultar a un experto en lactancia descubrí que gracias a mis prótesis tengo ingurgitación. Como Alma ya mama cada vez mejor la ingurgitación está prácticamente solucionada excepto en la primera toma de la mañana, pues al comer menos por la noche (porque no se despierta a comer tan a menudo como por el día), así que me tengo que sacar un poco de leche para que se pueda agarrar bien sin y hacerme daño.

En fin bastantes problemas pero todos solucionables. Lo importante de la lactancia para que tenga éxito es la información, el querer y el apoyo. Aparte de el apoyo en casa por parte del papi he acudido a un taller de lactancia y un grupo de apoyo de mi ciudad.

Pero esto no es de lo que yo quería hablar, quería hablar hoy de la lactancia prolongada. Del mantener la lactancia más allá de los primero meses de vida, más allá de los 6 meses, más allá de los dos años...

Mi deseo es dar la teta a mi niña tanto tiempo como ambas queramos. Esto suele desatar opiniones muy despectivas por parte de mucha gente mal informada, muchos lo ven como algo sucio.
La OMS y la Asociación Española de Pediatría recomiendan la lactancia exclusiva hasta los 6 meses. Hasta el año primero teta y luego comida, y tras el año mantener la lactancia como mínimo hasta los 2 años junto al resto de alimentos y tras los dos años tanto tiempo como madre e hijo quieran.

Yo misma he juzgado sin saber a madres que dan el pecho a sus hijos cuando ellos "ya saben hasta hablar", yo misma he sido víctima de mi propia ignorancia. Los niños reciben de la leche de su madre anticuerpos específicos para todas las enfermedades que ella ha padecido, son niños que se ponen enfermos mucho menos. Y para la madre por cada año de lactancia reduce sus posibilidades de padecer cáncer de mama y ovario. Los "dientes de leche" se llaman así porque se daba teta hasta que se caían, se perdió esa costumbre pero no el nombre. Antes de ser tan modernos como somos los niños tomaban teta hasta mas o menos los 7 años que es cuando madura el sistema inmune. 

Estos niños no maman cada 3 horas como los más pequeños, estos buscan de la teta no sólo su valor nutricional, sino también el amor, el vínculo con su madre, y quizás mamen cada día, o sólo cada noche, o cuando tengan miedo, estén malitos, etc.

Y por ello esto los niños son víctimas de comentarios como "ya eres muy grande para la teta","lo que tiene es vició" y otras "perlas" bienintencionadas de adultos ignorantes. Y estos ataques pueden hacerse sentir mal a un niño que sólo hace lo que instintiva y biológicamente debe hacer. Yo desde luego no tendré reparo en mandar a freír espárragos como mínimo a quién se permita el lujo de juzgarme, señalarme con el dedo, o comentarle a mi hija lo mayor que es para mamar. 

Les recordaré lo paradójico que resulta destetar a un niño de la sana y perfecta leche de su madre para darle leches de fórmula creadas en laboratorio o bien leche de vaca creada por la naturaleza para criar a un ternero, no a una cría humana.

En definitiva solo quería aportar nueva información a quien no conociera estos datos, recomendar quien le interese el libro "Un regalo para toda la vida" del pediatra Carlos González. 

Esto no pretende ser un ataque a quien desteta a los 6 meses y da leche de fórmula a su hijo, sólo quiero que a partir de ahora a quien vea mamando a un niño de más de dos años se extrañé lo mismo que cuando ve a uno tomar un biberón o un vaso de leche. Y recuerden que lo artificial es lo primero. 

No sean víctimas de su propia ignorancia, que en estos temas de la maternidad y la crianza mucha gente opina sin saber, den un voto de confianza a las madres, que como yo, desde la información y el amor pretende criar a su hija de la forma más natural posible, la que me parece mejor para ella, una forma de criar que me sale de lo mas profundo de mi, de ese instinto de mamífera tan poderoso que tenemos dentro olvidado.

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