sábado, 10 de agosto de 2013

La báscula

Un problema a lo largo del proceso de embarazo. La dichosa báscula.

No es un problema que yo me haya buscado. A lo largo del embarazo he comido como el resto de mi vida. Pero por primera vez he engordado.

Para un Indice de Masa Corporal normal es aconsejable engordar  entre 11,5 y 15,9 kg a lo largo de todo el embarazo.

Hay un profesional del servicio público de salud que ha llevado control de mis kilos a lo largo del embarazo: la matrona.
En mi caso particular me gustaría señalar que a estos profesionales cualificados parece que les han extirpado las neuronas y les han metido una tabla de datos, y al comprobar que el peso de la embarazada no encaja con la tabla de datos les suena en su cabecita un timbre desagradable que dice "ERROR!", y son incapaces de mirar más allá. No generalizo, solo hablo de mi caso concreto, de mi matrona asignada.

Cada día que me ha tocado pasar por el control de peso ha sido un suplicio. Solo me he llevado rapapolvos por el peso desde el primer día.¡Sí! el primer día que fui a consulta, apenas embarazada y con mis kilos de siempre ya me dijo la matrona en un reproche en tono maternal: "Cuidado con el peso".

He escuchado a muchas mamás quejarse de este mismo tema. En un mundo obsesionado por el cuerpo, lo que hacen es hundirnos y acomplejarnos sin preocuparse de las circunstancias personales de cada una.

Entiendo que el peso sea un factor relevante para la salud a lo largo del embarazo y el parto. Las madres que engordan demasiado en el embarazo tienen más riesgo de bebés muy grandes, de desarrollar diabetes gestacional, y de hipertensión. Pero este no es mi caso. Mi bebé es de un tamaño normal para su tiempo de gestación, no desarrolle diabetes y mi curva de glucosa salió perfecta, y mi tensión arterial revisión tras revisión ha sido 11/6.

Pero todos estos detalles no entran dentro del sistema de alarma de la matrona. La suena el "ERROR!" y ella tiene que echar la bronca. Es inevitable y hay que aguantarlo, "lo hace por mi bien".

En la ultima consulta me recomendó una dieta de 1800 calorías, deseándome que para la próxima visita hubiese adelgazado.

Doy gracias a que la ginecóloga que me lleva el seguimiento del embarazo de manera paralela jamás me ha pesado. Me dijo que me controlaría el peso simplemente observando que este no llegue a ser un problema, y así lo ha hecho. Por supuesto esta ginecóloga valora más que yo dejara de fumar, conoce que casi al principio del embarazo dejé de trabajar, y por supuesto me desaconsejó la dieta que me mandó la matrona. Y es un profesional de la salud igual o más cualificado para este seguimiento. A la que interesa por encima de todo un buen embarazo para garantizar un buen parto, pues ella misma lo va a atender.

A día de hoy peso 15 kilos más que antes de estar embarazada. Mi salud física no se ha visto resentida por ello. Pero mi salud mental ha estado a punto de estarlo.

Solo quiero hacer un llamamiento a la cordura. Es evidente que hay que controlar la salud de la embarazada, que hay que evitar riesgos, pero hay que intentar conocer las circunstancias personales de cada madre.

Hay que confiar más en la embarazada, a la que se la trata de forma paternalista, se la infantiliza. Durante el embarazo se nos trata en muchas ocasiones de niñas tontas que no saben que hacer para mantenerse vivas y sanas como hasta antes de estar embarazadas.

Como si nuestro cuerpo no supiese gestar un bebé perfecto sin la intervención de los médicos.

Os dejo el bonito trabajo de la fotógrafa Jade Beall sobre los efectos de la maternidad en el cuerpo.

http://jadebeall.com/a-beautiful-body-project/

http://el-bebe.serpadres.es/fotos-beautiful-body-project-fotos





No hay comentarios :

Publicar un comentario