lunes, 3 de marzo de 2014

Relatos de partos VI

Hoy toca turno al parto de Mamá Pata, cogido con su permiso literalmente de su blog. Es un parto sin intervencionismo, vivido con mucha alegría y ganas. A mí me ha encantado.

Os invito por supuesto a que paséis por el blog Que viene Mamá Pata. En el encontraréis porteo, DIY, revisión de artículos de puericultura que va probando, y demás experiencias de su maternidad.

También la podéis seguir en Twitter: @MamáPata

Tanto el texto como las imágenes son propiedad suya, y está prohibida su copia literal o parcial sin su consentimiento.






El día que nos convertimos en familia de 3

Llevo tiempo queriendo escribir esta entrada pero siempre lo he ido dejando. Ya han pasado 17 meses desde que nació la patita pero creo que todavía recuerdo cada detalle del parto, y me apetece dejarlo por escrito por si alguna vez se me olvida algo, aunque no lo creo. A muchas madres les he oído decir que si no fuese porque te olvidas de lo que paso en ese primer parto no volverías a tener más hijos, pero en mi caso es todo lo contrario, tuve un parto tan bonito que si todos fuesen así podría tener una gran familia numerosa.

Mi fecha prevista de parto era el 27 de agosto y yo una semana antes ya estaba paseando todo lo que podía para ver si se podía adelantar un poco, porque con el calor y el peso ya estaba un poco cansada. Lo peor era que me rozaban los muslos, jeje! Esas fechas de finales de agosto coinciden con la aste nagusia de Bilbo, y previamente son las fiestas de San Roke de Portu, así que me pasaba el día fuera de casa. El día 25 viernes nos dio por hacer una buena compra y llenar la nevera, nos acercamos a Bilbo por la mañana para dar una vuelta, comimos en un restaurante asiático que nos encanta, y nos recorrimos todo el paseo de la ría de punta a punta, no sé que distancia es pero es larguísimo.


Último paseo con la barriga


Llegamos a casa agotados, yo sin contracciones aparentes, y se nos ocurrió la brillante idea de probar un truco que nos habían contado que podía provocar ponerse de parto (el truco os lo imagináis ;) No me preguntéis como lo hicimos porque ni yo me lo puedo explicar, vaya circo. Pero nunca sabremos si fue por eso que realmente funcionó o porque ya tenía que pasar, pero al poco apareció el tapón mucoso, por fin! En preparación al parto nos habían explicado que desde su expulsión todavía pueden pasar varios días hasta el parto así que yo estaba tranquila, no había prisa. Pero eran las 10 de la noche y sabía que no iba a poder dormir tranquila. Así que por si las moscas decidimos acercarnos al hospital. Imaginaros lo tranquilos que estábamos que nos fuimos en metro, sin cenar, riéndonos pensando que nos mandaban a casa nada más vernos por ser padres novatos.

Pero no. Llegamos a la sala de espera y me pasaron a una sala de exploración, y oh sorpresa cuando la gine dice: estas dilata de 5cm y el cuello casi borrado, te quedas ingresada porque estas de parto :O Nervios, nervios. Salí de la sala partiéndome de risa a decirle a papá pato que la patita ya estaba en camino, yuju!

Me pasaron a correas para monitorizar las contracciones y el latido fetal, y como la enana estaba un poco sobada mi cena consistió en un zumo de piña y una chocolatina (para el próximo no me voy al hospital sin haber cenado). Vieron que las contracciones eran regulares y bastante seguiditas, así que nos pasaron a la sala de dilatación que era la misma donde si todo iba bien daría a luz.

Vino la matrona que nos acompañaría durante todo el proceso, se presentó y lo primero que hizo fue preguntarme por mi plan de parto. Yo no tenía un plan de parto como tal, pero si que sabía lo que quería y lo que no. Le comenté que me gustaría que todo fuese lo más natural posible, que no quería intervenciones innecesarias, y que por favor me consultasen siempre antes de hacer nada. Me trajo la pelota de gimnasia para que estuviese más cómoda durante la dilatación, y me pregunto si quería epidural. Como os habréis imaginado por como iba la noche yo no tenía dolores, había empezado a notar las contracciones pero por el momento eran de lo más llevaderas. No sabía como iban a ir avanzando aunque imaginaba que irían a más, pero en ese momento le dije que no descartaba pedir la epidural pero que prefería esperar a ver como llevaba el dolor.

Entonces apareció la anestesista de guardia (sería media noche) y me dijo que si iba a querer la epidural ese era el momento, nada de esperar, porque entonces igual ella no podía venir cuando yo quisiera ponérmela. Perdona? Con ella venía una residente, vecina mía de toda la vida, que también estaba de guardia. Como me negué a ponerme la epidural en ese momento, mi vecina vino y me dijo que me quedara tranquila, que había dejado el aviso de que si en cualquier momento pedía la epidural la llamaran a ella. Un problema menos.

Por fin nos quedamos solos en la habitación, yo con el camisón sexy de hospital, las correas puestas y una vía cogida, pero de buen humor, ansiosa por lo que venía pero tranquila porque sabía que podía hacerlo. Papá pato conmigo, también nervioso pero emocionado, sabíamos que era cuestión de horas y por fin conoceríamos a la patita. La intensidad de las contracciones iba en aumento, cada vez dolían un poco más y eran más seguidas, pero paseando o sentada en la pelota las llevaba bastante bien. Estábamos los 2 de buen humor, y como hoy en día estamos atados a la tecnología para lo bueno y lo malo, ya habíamos avisado a familia y amigos de que estábamos de parto. Eso si, todos tenían prohibido acercarse al hospital hasta nueva orden, no soporto que la sala de espera este llena de familiares nerviosos, creo que lo único que pueden conseguir es poner nerviosos a los futuros aitas y amas. Mi hermano estaba de fiesta por Bilbo y amenazo con pasarse por el hospital de camino a casa, jeje.


 Nos dio tiempo hasta a hacer el tonto

Pasadas 3 horas desde el ingreso volvió la matrona para hacerme una exploración y ver como íbamos avanzando. Me decepcionó un poco porque aunque el cuello estaba borrado por completo solo había dilatado un cm mas, estábamos en 6 cm. Me comentó que el avanzar lento era debido a que la bolsa seguía intacta, y me sugirió romperla para dejar que la patita se encajase mejor y así ayudase a acelerar el ritmo del parto. Me pareció buena idea, porque aunque no tenia prisa por terminar tampoco quería que el proceso fuese eterno, tenía ganas de conocer al bichito. Dicho y hecho, me rompió la bolsa en un momento sin ninguna molestia y nos volvió a dejar solos.

¿Y que paso entonces? Pues que la matrona tenía toda la razón del mundo, y al de poco de romper la bolsa las contracciones empezaron a aumentar en intensidad y frecuencia. Yo seguía sentada en el balón intentando respirar a cada contracción. Creo que aguante una hora hasta que el dolor empezó a ser más de lo que estaba dispuesta a soportar, así que le di al timbre y: “una epidural por favor”. La matrona vino partiéndose de risa por como la había pedido, y es que ni el dolor me iba a hacer perder el humor en ese momento, jeje. Llamaron a la anestesista-vecina a la media hora, porque justo estaba de descanso y les pedí que esperaran hasta que le tocara volver. Cuando llegó hicieron salir a papá pato, prepararon todo y me pincharon. Creo que era una de las cosas que más miedito me daba, moverme durante la epidural y que me pincharan la dura madre, o que la anestesia fuese hacia arriba en vez de hacia abajo, o yo que se. Pero todo fue bien, al de poco empezó a hacer efecto y las contracciones dejaron de ser un sufrimiento. Les pedí que la dosis no fuese muy alta, quería que el dolor desapareciera todo lo posible pero seguir notando las contracciones.

Al desaparecer el dolor, y como ya no me quedaba más remedio que quedarme en la cama, intente descansar un poco para tener fuerzas para lo que quedaba. Dormir era demasiado, pero sí que pude estar un rato tranquila en la cama. A las 3 h, sobre las 6 am, volvió a venir la matrona para el siguiente tacto. Hicimos apuestas de los cm que habría dilatado, si antes estaba de 6 cm papá pato decía que ahora serían 7 cm, la matrona que 8 cm, y yo que era la más interesada en haber dilatado bien me la jugué con 9 cm. ¿Sabéis quien ganó? Mini punto para Mamá Pata, jeje. Ya estaba casi con la dilatación completa. Por protocolo hacen tactos cada 3 h, y una vez alcanzada la dilatación completa (10 cm) esperan una hora para empezar con los pujos. Como solo me faltaba 1 cm para los 10 cm la matrona me dijo que volvería en 1 h para ver si ya estaba completa, y así no tendría que esperar tanto. A las 7 am me realizó el último tacto, confirmo que ya había dilatado lo suficiente y me dijo que en 1 h volvía, que en ese rato podía ir empujando un poquito con cada contracción para que la patita fuese bajando.

A las 8 am llego el momento del trabajo duro. La matrona me comentó entre bromas que su turno acaba a las 9 am y que ella quería conocer a la niña, así que teníamos 1 h, jeje! Transformaron la cama quitando la parte de abajo para que la matrona se pudiera colocar, y le pusieron las perneras. Yo les pedí que me elevaran lo máximo posible para que la “verticalidad” me ayudara a empujar. Recuerdo que estaba tranquila pero con ganas de tener ya a mi bebé en los brazos. Papá pato se colocó a mi lado. Durante el embarazo siempre decía que él quería estar conmigo pero ver solo lo justo, así que se colocó lo más pegado al cabecero que pudo.

Yo notaba las contracciones, y la matrona me tocaba en la zona donde quería que dirigiera la fuerza. En las clases de preparación nos habían enseñado como empujar, pero creo que no hice ni caso, aun así la matrona me dijo que lo hacía bien. Me pedía que me agarrara con las manos a unas asas para poder empujar, y que elevara el cuerpo, pero se me iba toda la fuerza en los brazos. Le dije que prefería agarrarme las piernas y hacer fuerza sin tener que elevar el cuerpo. Probamos a mi manera y me dijo que la cosa mejoraba, el único problema era que el último rato había estado recostada sobre el lado izquierdo, y la anestesia había hecho que tuviese esa pierna dormida y no era capaz de cogerla yo sola. Así que a cada contracción papá pato tenía la misión de pasarme la pierna, vaya circo.

No recuerdo cuantos pujos fueron pero se me hizo muy corto. La matrona me iba diciendo que avanzábamos bien, me dejó tocar la cabecita de la patita para que viese que ya asomaba y faltaba poco, papá pato se fue animando y se acercaba a la zona de acción a ver cómo iba, para después mirarme con cara de alucine y decirme que era una jabata, jajaja! Justo al final vinieron la pediatra y la matrona del cambio de turno. A las 8:50 la matrona me pidió que estirara los brazos y cogiera a mi pequeña para sacarla con el último empujón. Yo puse cara de alucine pero sin saber cómo estiré los brazos como me decía, agarre a la patita y de un suave tirón me la puse encima! Vaya momentazo!


Ongi etorri txikitxo!!


Ni episotomia, ni desgarro, ni presencia de gines. Creo que todos los sobeteos del masaje perineal sirvieron para algo, con el miedo que yo tenía a todo eso, buf! Os contaré como lo hice en otro post. 49 cm y 3,470 kg.

No sé en qué momento me había quitado el camisón, pero ahí estaba con mi bichito en brazos, cuerpo a cuerpo, y esto lo recuerdo todo súper borroso, no sé en qué orden ni como pasó todo. En algún momento le pusieron un pañal y la limpiaron un poco para devolvérmela seguido. Al de nada de haber nacido me dijeron que la pusiera al pecho, y yo les miré con cara de “como se hace eso, si no tengo ni idea de cómo agarrar a un bebé”. Me ayudaron un poco y la patita enseguida se agarró a la teta y empezó a mamar. Creo que estuvimos cerca de 1 h los 3 solos en esa misma habitación, alucinando con lo bonito que había sido el momento, y sin poder quitar ojo a la patita. Yo no solté ni una lagrima, algo que aun ahora me sorprende porque soy de las que lloran viendo un parto en la tele o leyendo el relato de otras amatxos, pero creo que las hormonas de leona de ese momento me tenían alerta pero súper serena.

Cuando ya nos prepararon para subir a la habitación me vino el bajón y entonces si me entraron ganas de llorar para soltar toda la emoción contenida, pero por los pasillos del hospital, y más tarde en la habitación con enfermeras entrando y saliendo no me pude desahogar como me hubiese gustado.

Ese 26 de agosto empezó la aventura de ser una familia de 3 y hasta hoy no nos podemos quejar. Todo lo que vino después os lo cuento en otro momento, porque si habéis llegado hasta aquí es que tenéis una paciencia enorme.

Muaks!

PD para papá pato: No soy de hacer estas cosas porque me dan mucha vergüenza, pero sin ti a mi lado no hubiese tenido la misma fuerza! Maite zaitut ;)




¿Cambiarias lago de tu parto una vez vivido?

Creo que no, tengo un recuerdo muy bonito y especial. Para el próximo igual intento aguantar un poco más el dolor para evitar la epidural, pero no tengo muy claro si seré capaz.

¿Crees que las mujeres podemos evitar intervenciones innecesarias (cuando son innecesarias) en el parto (episiotomía, oxitocina, etc)?

Estoy convencida de ello. Creo que lo más importante es estar bien informadas de antemano, no creo que sea necesario tener un plan de parto como tal, pero si tener muy claro a lo que nos vamos a enfrentar, conocer todo el proceso por el que vamos a pasar, y saber que podemos hacer en cada momento para llevarlo de la mejor manera posible. También debemos conocer cuáles son nuestros derechos, y ser conscientes de que hay cosas a las que nos podemos negar si no las queremos. La información nos da poder.

También creo que es importante prepararse para el parto desde un punto de vista físico, asistiendo a algún tipo de gimnasia, realizando los ejercicios kegel y el masaje perineal, etc. Creo que eso también ayuda a que no sean necesarias algunas intervenciones.

¿Qué o quién te falto en la sala de partos?

Creo que estábamos los que teníamos que estar, papá pato y mamá pata esperando a su patita! Jeje

¿Quién o qué te sobró?

Pues nadie tampoco. Como os he explicado nos coincidió con el cambio de turno de matronas, así que en el último momento estaban 2 en lugar de una, pero no me sobraba nadie.

Los días antes, ¿notaste algo diferente en ti?

Ganas de conocer a la patita, pero cambios físicos aparentes ninguno. Si llegue al hospital sin tan siquiera notar contracciones fuertes! Aunque sí que es verdad que unas 3 noches antes noté unas cuantas contracciones al ir a dormir que me hicieron preparar la bolsa del hospital por si teníamos que irnos, pero al de un rato desaparecieron.

¿Tu parto fue tal como lo planeaste o no salieron las cosas como tú querías?

Fue mejor de lo que esperaba. Lo que más miedo me daba era la episiotomía, por eso trabajé mucho la zona del periné para intentar evitarla, y así fue.

¿Te gustaría que los hospitales españoles tuvieran alternativas analgésicas a la anestesia epidural (alguien que de masajes, bañera para dilatar, pelota de pilates, etc.)?

Creo que cuantas más opciones nos ofrezcan mejor, así cada una podrá elegir la que más le interese. A mí me ofrecieron la pelota de pilates y me vino muy bien. Como iba un poco enchufada porque curraba en un laboratorio del hospital, en la última visita al gine le pedí ver la zona de partos, y conseguí que me la enseñara la jefa del servicio de matronas. Me quedé muy tranquila porque conocer el sitio me gusto, y pude ver las posibilidades que tendría llegado el momento. Por ejemplo descubrí que en una de las salas tienen una silla de parto, para poder parir más en vertical, pero o sabes que la tienen y la pides o no te la van a ofrecer. También pregunte por la walking-epidural y otras cosas que me interesaban.

Un consejo a una mami embarazada respecto al parto
Que se informe todo lo posible, que pregunte en cada momento y exija saber lo que van a hacer, que intente ser ella la protagonista principal de ese momento de su vida sin seguir el guion que le marquen otros, y sobre todo que se deje llevar por su instinto que ella misma se crea que puede hacerlo porque está diseñada para ello.

5 comentarios :

  1. Que historia más bonita... me he emocionado muchísimo. Últimamente escucho historias de partos nada idílicos, donde la experiencia maravillosa de ese momento se convierte en algo traumático tanto para la mami como para el bebe. Leer historias así reconforta mucho.

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  2. Que mami tan guapa aparece en estas fotos no??? jajaja!! Gracias por compartir la llegada al mundo de la patita, si me prometen que todos mis partos serán así me animo a tener familia numerosa ;)
    Muaks!

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  3. Gran parto, y, como siempre, lo importante es tener al fin a nuestros peques junto a nosotras.... Yo también tuve la epidural y sentía todo. Yo sí lloré... jejeje
    Lo importante es vivirlo y poder recordarlo alegre...

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  4. Wooowww un parto muy bueno! me alegro mucho !!!

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  5. Me ha encantado leerte. Mi segundo hijo también nació el 26 de agosto ;-). Me encantan los relatos de partos.
    Gracias por esta sección y por compartir vuestras experiencias.
    Saludos

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